Una Nochevieja Distinta

"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer"

Nuestra vida actual es un tanto aburrida y monótona, tenemos infinidad de cosas que hacer, pero en el fondo todos hacemos lo mismo: comemos lo mismo, escuchamos la misma música, leemos los mismos libros, vemos las mismas películas, nos reímos de lo mismo, vestimos igual, incluso llegamos a compartir los mismos vicios pecaminosos por lo que la última noche del año no iba a ser distinto al resto de los días del año, cada uno en su casa nos vestimos de forma elegante (o lo que más bien pensamos que es elegante), nos peinamos, ponemos una de nuestras mejores sonrisas y salimos a la calle dispuestos a pasarnoslo lo mejor posible y a felicitar el año a cualquier persona que encontremos ( aunque ésta nos importe una mierda, pero claro estamos en navidad) y la razón de hacer es muy simple: hacemos todas estas tonterías pq el resto de la gente lo hace y no vamos a ser menos...Pero realmente si nos ponemos a pensar friamente en el asunto esto es realmente aburrido, no mola despedir el año así como el resto del mundo, no mola hacer todos los años lo mismo y mucho menos es agradable pasarse el primer día del nuevo año ( que quiero dejar claro que es un domingo encubierto) en la cama, con espasmos resaquiles viendo la repetición de las galas de la noche anterior.

Tras pensar en lo expuesto anteriormente, el moreno y yo decidimos llevar a cabo un experimento, una nueva nochevieja que no debía ser el 31 sino otro día denominado " el día que no existe en el calendario" en el que nos dedicariamos a despedir el 2009 con solamente una tradición típica, sólo nos hemos quedado con las uvas, la demás parafernalias de la tíipica nochevieja la hemos tirado a la basura y no hemos mirado para atras, ese día fue ayer y esta es su historia:

La norma básica del "día que no existe en el calendario" es que no puede tener ninguna similitud con la nochevieja tradicional, nada de tacones, nada de fiestas, de cotillones, nada de trajes ni de corbatas así que nos pusimos en los pies unas botas de montaña y en la espalda dos sacos de dormir, una tienda de campaña, dos pijamas de snoopy, 24 uvas y nos encaminamos hacia un pueblo muy pequeño llamado Proacina, de escasos habitantes, cuyo alcalde de barrio se llama Zarpas Mortales y es un señor oso, y como buen oso que se precie se encontraba hinvernando en una cueva un poco alejada de Proacina llamada El Sabil, así que nada más llegar a la zona fuimos a saludarle y a darle un panel de miel como obsequio navideño, Zarpas Mortales se encontraba muy enfadado pq la cueva estaba mucho más fría que de costumbre así que recibió de muy buen grado la miel y para agradecernos el detalle nos dió las llaves del palacio de Proacina invitándonos a pasar el fin de año en ese suntuoso palacio, el moreno y yo no nos lo pensamos dos veces, cojimos las llaves y Vicen nos telestrasportó a los 2 hasta el jardín del palacio, tras lo que solo nos hizo falta usar la llave que el alcalde nos presto para entrar en las dependencias del palacio,.

No sé bien como describir el palacio por dentro, era impresionante, un pequeño Versalles en el Valle del Trubia: espejos, candelabros, lámparas de arañas, velas a medio consumir, mesas redondas de madera que podrían ser la envidia de la mismisima mesa de Arturo, camas con dosel, armarios, baúles llenos de polvo y de objetos antiquisimos y a la vez muy interesantes, escudos de armas en las paredes que no supimos descifrar, libros y legajos en latín, incluso las alfombras, raídas por los años, tenían inscripciones indescifrables para nosotros; el tiempo parece que se detuvo y nos pasamos horas y horas investigando cada dependencia del palacio, cada nuevo vistazo a una habitación conocida nos volvía a sorprender con algún objeto nuevo.

Tras pasar horas y horas investigando el lugar, decidimos asentarnos en el gran salón ya que contaba con una maravillosa chimena para el frío diciembre y espacio de sobra para nuestros sacos, asi que tras beber unas cuantas copas de moscato decidimos empezar a tomar las uvas que llevabamos en cajitas independientes, peladas y sin pepitas, queríamos tomarlas a nuestro ritmo, nada de campanadas ni tonterias por el estilo, sin atragantarnos que no podiamos olvidar que somos gafes -y si él que lee esto es gafe, sabrá que cualquier preocupación es poca- pero nuestros planes de tranquilidad máxima se vieron truncados por una corriente de viento que abrió de golpe la vieja ventana del palacio, lo que hizo que se apagasen las velas y que yo diese un pequeño gritito y un gran salto tirando mis 12 uvas por todo el salón, cuando volvimos a iluminar el salón lo primero que escuche fue la voz del moreno diciendo un

-¡¡¡ Ay Dios!!!,

le miré, miré alrededor y mis siguientes palabras fueron

-¡¡Qué fuerte!!-

la chimena que hasta hacía escasos momentos estaba enfrente de nosotros se había convertido en un espejo, en un enorme espejo

-Similar en forma y tamaño al espejo de Oesed- fafulló mi forever friend, yo no pude más que asentir

¿Pero serviría para ver lo que mas anhelabas en él? o ¿tendría otra función completamente distinta?

- ¡Tira una uva de las que estan por suelo! le dije al moreno; él lentamente obedeció, recojió la uva del suelo y la lanzo al cristal del espejo, éste no la reboto como sería lo normal, sino que la uva atravesó el espejo y desapareció.

-¡ Cómo mola este espejo! - grite desde la distancia

-¿Vamos?- preguntó el moreno

-Vamos!!!- afirmé yo -Celebremos "el día que no existe en el calendario" dentro del espejo

-Vualeeee- confirmó él

Cojimos nustras pertenencias y vestidos con dos pijamas de Snoopy, atravesamos el espejo sin ningún tipo de temor, sabiamos que allí era donde deberíamos estar en ese momento y nos adentramos en un mundo completamente distinto al nuestro, donde la gente vuela, los dragones son animales de compañía y el cielo es del color que a tí te apetezca, lo que es lo mismo que decir que nos adentramos en un mundo maravilloso.....CONTINUARÁ